La resolución de conflictos es un tema de gran importancia dentro de las aulas y como bien se infica en esta web los conflictos, en forma de disputas, peleas, discusiones, mal ambiente, etc. son situaciones inherentes a todas las aulas, ya que es propio del ser humano. El principal problema es que los niños y adolescentes no suelen tener la madurez psicológica y de personalidad necesaria para gestionar estas situaciones de una forma serena y objetiva.
Una buena forma de entender el concepto de aula conflictiva es compararla con el «aula pacífica», un concepto que se identifica con las siguientes cualidades:
- Cooperación. En este tipo de aulas los niños aprenden a observar cuidadosamente, comunicarse con precisión y escuchar de manera sensible.
- Respeto a la diversidad. Los alumnos y alumnas se acostumbran a respetar y apreciar las diferencias de las personas, a entender los prejuicios y cómo funcionan.
- Expresión emocional positiva. Se enseña a los alumnos a expresar sus sentimientos, sobre todo enojo y frustración, aprendiendo a autocontrolarse.
- Resolución de conflictos. Los niños aprenden habilidades para responder creativamente ante los conflictos en el contexto de una comunidad que brinda apoyo y afecto
Los motivos de conflicto en el aula pueden ser muy variados pero la experiencia señala a los siguientes como los motivos más frecuentes: un clima excesivamente competitivo, actitudes egoístas, falta de habilidades para trabajar en equipo, déficit de autoestima en los alumnos y falta de confianza en los maestros y la dirección del centro, problemas de comunicación entre los alumnos entre ellos o con los profesores y ausencia de habilidades para la resolución de conflictos. La carencia de habilidades en la gestión de problemas y conflictos se debe a muchos factores, desde un problema de madurez de los chicos a un desarrollo inadecuado de la inteligencia emocional.
Actividades para la resolución de conflictos, son muchas y además pueden ayudar a prevenir los conflictos dentro del aula.
- Arbitrajes:
- Permitir a los niños contar su versión de lo ocurrido, explicando primero cuál es el problema y luego lo que ha pasado durante el conflicto.
- Si el problema todavía persiste, el maestro debe ayudar a los participantes a desarrollar algunas soluciones posibles y escoger una para llevar a cabo.
- Si el problema se ha resuelto, preguntar a los participantes cómo han conseguido llegar a un acuerdo o consenso.
- Escucha reflectiva
- Juego de roles
- Describir la situación de conflicto, especificando el momento, el lugar y los antecedentes.
- Definir los roles que se van adoptar y pedir a los participantes que los actúen, o bien solicitar voluntarios.
- Pedir a los actores representen el conflicto, ayudándoles con preguntas claves en caso necesario.
- El profesor debe detener la actuación en el punto del conflicto y pedir opiniones a los alumnos que están de público para que los actores las incorporen al juego de rol.
- Analizar lo ocurrido en el juego y tratar de extraer lecciones
Hablando a cerca de mi experiencia, he de decir que no he tenido ningún tipo de incidente ni problema de este tipo en el tiempo que llevo en el colegio. Si es verdad que tenemos pequeños conflictos entre algunos niños pero que se resuelven facilmente y sin tener que utilizar ningún protocolo.
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