miércoles, 3 de abril de 2019

Sumando con llevada

Al estar en una clase conjunta, es decir una clase con niños de 1º de primaria y niños de 2º de primaria no todos están al mismo nivel como es lógico.
El lunes teníamos que explicar a los niños de primero como se hacía una suma con llevada. La seño me dejó a mi al cargo, para que me fuera con ellos y se las explicara. 
Me fui a una mesa que hay en el fondo de la clase y me lleve a los dos niños de primero conmigo.
Yo conociendo a estos niños sabía que a uno de ellos se le dan super bien las matemáticas y no iba a tener ningún problema para comprenderlo, pero también conocía a la otra niña, a la cual le cuesta un poco más las matemáticas.
En cuanto comencé a explicarle como se hacían vi mejor explicárselo mediante ejemplos y dibujos, por loo que comencé a hacer sumas con llevada en un folio mientras iba explicando el por qué y además les iba haciendo una pequeña representación de lo que había hecho. 
Me sorprendió con la rapidez que lo entendieron y en cuanto vi que ya lo habían entendido comenzamos a trabajarlo conjuntamente. Les puse un montón de sumas para practicar y me las supieron hacer todas sin poner ninguna pega.
La verdad es que me sentí muy bien al colaborar con el aprendizaje de estos niños y  al enseñarle algo que era nuevo para ellos.
La experiencia fue muy buena y la respuesta fue excepcional. 



martes, 2 de abril de 2019

Relación familia-escuela

Como se indica en este articulo la escuela y la familia son las dos grandes instituciones educativas de las que disponen los niños y niñas para construirse como ciudadanos. Por tal motivo, ni la escuela por una parte ni tampoco la familia, pueden desempeñar dicha función de manera aislada y diferenciada la una de la otra. 
Como bien expresa Bolívar (2006), la escuela no es el único contexto educativo, sino que la familia y los medios de comunicación desempeñan un importante papel educativo. Por tanto, la escuela por si sola no puede satisfacer las necesidades de formación de los ciudadanos, sino que la organización del sistema educativo, debe contar con la colaboración de los padres y las madres, como agentes primordiales en la educación que son, de los alumnos/as, que ellos deben formar (Ortiz, 2011). 
Los centros educativos, fueron creados para favorecer el desarrollo de los niños/as y servir de apoyo y ayuda a las familias en su gran cometido, educar a sus hijos/as (Sosa, 2009). Por ende, ambos agentes educativos, tienen en común y en sus manos un mismo objetivo, educar y formar a ciudadanos. A lo largo de la historia, la familia parecía tener una función clara, era la encargada de educar a sus hijos/as, y la escuela, tenía el cargo de formar en base a unos criterios preestablecidos, una serie de contenidos y conocimientos. Entre ambas, con misiones bien diferenciadas, pretendían formar a ciudadanos acorde a lo que la sociedad de esos tiempos consideraba como el perfil adecuado. 
Con el paso de los años, la sociedad fue sufriendo una serie de cambios, que han repercutido considerablemente en las funciones de la familia y la escuela, y esto hace ineludible, que nos encontremos en un momento, en el cual deban definirse qué funciones les compete a cada una, y cuáles deben solaparse, vislumbrándose la necesidad de generar espacios, tiempos y acciones conjuntas, para que con la colaboración de ambos agentes, poder dar respuesta a las peculiaridades propias de la formación de ciudadanos. 

Mi experiencia en este aspecto es que en mi colegio la familia está muy implicada, hay muy buena comunicación y siempre están para lo que se les necesite tanto a nivel de asociación como a nivel individual de cada padre.

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